Oxxo, la tienda de la desgracia

Están por todas partes: frente a las plazas principales, al interior de las gasolineras, frente a una escuela, ahora de un hospital. OXXO, aquel letrero salvador que se emerge a unos 4 metros sobre nuestras cabezas, la famosa tienda que tiene de todo y permanece abierta las 24 horas del día. Un negocio muy bueno, contra el que pocos pueden competir.

                

                Las primeras tiendas Oxxo surgieron en Monterrey, Nuevo León, en el año de 1977, con la intención de abrir un espacio para comercializar las bebidas de la Cervecería Cuauhtémoc, propiedad de la empresa mexicana FEMSA. Así pasó el tiempo, hasta que en 1994 Oxxo pasó de ser un área de la cervecería para convertirse en una empresa más del grupo FEMSA. Y hoy, al 2013, la cadena comercial Oxxo es la tercera cadena de tiendas más importante de México, después solamente de Walmart y Soriana. ¿Se da cuenta? Walmart y Soriana, dos enormes empresas de tiendas enormes, supermercados, ven ahora como competencia real a una cadena de pequeñas (en comparación) tienditas de la esquina. Pero la cosa es que Oxxo se expande como la humedad, y ya existen en el país más de 10 mil tiendas. Y su avance continúa, con más de mil nuevas sucursales por año. Para que se dé una idea, esto equivale a inaugurar un Oxxo cada 8 horas.

Oxxo, un negocio contra el que muy pocos pueden competir. 

                El ritmo de crecimiento se debe a su cada vez mayor cantidad de productos ofrecidos: botanas, refrescos, cervezas, bebidas alcohólicas, galletas, panadería, café, comida rápida y congelada, dulcería; venta de teléfonos móviles, tiempo aire y accesorios para celular, algunos juegos de mesa, peluches y demás novedades; revistas, periódicos y algunos libros; y también productos de la canasta básica, como alimentos enlatados, leche, pastas de trigo, y demás productos que bien completan una despensa muy completa. Muchos también venden frutas y verduras, embutidos y productos lácteos; muchos más tienen incorporada una lonchería en la que se venden desde tortas hasta tacos. Una súper tienda vista desde cualquier ángulo. Es más, a finales del año pasado, Oxxo compró la cadena de farmacias Yza, lo que aumentará la cantidad de productos ofrecidos al consumidor ahora también en área de las medicinas, aunque ya vendían también preservativos, material de primeros auxilios y energetizantes. Con tanta variedad de productos, ¿quién puede competir contra Oxxo?

                Los pueblos y ciudades pequeñas están cada vez más amenazados con la llegada y apertura de los Oxxos a sus calles, pues representan una ruina casi segura para todas las tienditas de la esquina, farmacias, licorerías, incluso tiendas de celulares, fondas, cremerías y algunas pequeñas farmacias que se encuentren en varias centenas de metros a la redonda. Los Oxxos son negocio seguro donde quiera que se pongan, pero, ¿a costa de qué? La pérdida del empleo y sustento de millones de familias que se mantienen de sus pequeños negocios. Homberg Lehman, presidente del Consejo Coordinador Empresarial Mexiquense, asegura que por cada tienda Oxxo que se abre y emplea a seis personas, desaparecen, en el plazo máximo de un año, 35 tiendas de abarrotes en un radio de 5 kilómetros, y dejan sin trabajo a medio centenar de personas.

                En varias latitudes de México se han creado protestas, como en Campeche, en la que los integrantes de la Federación de Comerciantes en Pequeño marcharon hace pocos meses por las calles para exigir al gobierno que evite la instalación de sucursales de ésta cadena de tiendas para salvaguardar sus changarritos. Por otro lado, ex empleados de la cadena encuentran en Internet el espacio para quejarse de las condiciones exigentes y mal pagadas de empleo en los Oxxo, así como de los conflictos, siempre perdidos, pues FEMSA jamás ha sido sancionado por la Comisión de Conciliación y Arbitraje, pues en la formalidad jurídica, los empleados nunca han trabajado oficialmente para Oxxo.

  En las regiones Sur y Sureste del Jalisco, los Oxxos han comenzado a instalarse cada vez en más lugares y localidades, y las clásicas tienditas, panaderías y muchos más pequeños establecimientos están siendo amenazados.

¿Soluciones? Que el gobierno, a través de programas como el Fondo PYME o el MICROJAL, en Jalisco, ofrezca inversión para apoyar los pequeños y medianos negocios de las diferentes comunidades, para poner cualquier tienda o establecimiento a la altura de los minisúper que los hacen quebrar. Otra más, sería restringir la apertura de nuevos Oxxo en lugares donde no se encuentre un común acuerdo de los ciudadanos, pero la corrupción hace prácticamente imposible esta opción. Pero una solución que está al alcance de todos, es evitar en la medida de lo posible comprar en estas tiendas, y hacerle consumo al vecino en su negocito, al tianguis, al mercado, a la abarrotera importante, pero local, que genera empleos reales y beneficios para su comunidad.

Oxxos, amados por su utilidad y surtido, para los pequeños comerciantes, siempre serán las tiendas de la desgracia.

José Luis Adriano

adrianodreamer@gmail.com