Las cosas que pasan, el cariño a los blogs, y tareas por hacer.

Resulta que la inspiración para escribir la crónica que me han dejado de tarea la he tomado nada menos que de mi blog. Curioso cómo a veces uno se olvida de las cosas que ha vivido, de los momentos que ha pasado. A veces es importante escribirlos para no olvidar. Al leer de nueva cuenta mis viejas entradas de blog, me dieron ganas de regresar a lo básico, a los orígenes, a las cosas que pasan por alto, a la melancolía ante las cosas simples de la vida. Generalmente continúo siendo así, pero ya no lo escribo. Y me he dado cuenta que está mal, porque ahora que comencé a revisar todos mis Apuntes de Bolsillo recordé muchísimas cosas. Y me he dado cuenta también que la vida cambia y da muchas vueltas, que el muchacho que en ese momento escribía la felicidad que le daba regresar a su casa en su pueblo, cada viernes, no es la misma que siento ahora, dos años después. Bueno, en realidad sí me da gusto volver a mi pueblo, pero es diferente. Diferente porque que aprendido a estar solo, a salir adelante yo solo, a volverme más independiente, a querer la ciudad en la que ahora vivo tanto como quiero a mi pueblo. De hecho es muy raro porque en vacaciones no quisiera regresar a Ciudad Guzmán y cuando estoy acá no quiero regresar a mi pueblo. Me acostumbro. Me adapto. Estoy escribiendo frases muy cortas que separo con muchos puntos y seguidos. En fin. ¿Ves?. Qué te digo. Qué me digo.
    El caso que la vida cambia y al día de hoy me siento diferente, diferente raro pero diferente bien. Eso creo. Al leer mis antiguas entradas de blog me dio una nostalgia bastante extraña, y un cariño chistoso por mi blog. No pensé que uno llegara a encariñarse con cosas como éstas, una simple página de HTML (HTML versión 5, muy chido con animaciones y esas cosas) que ahora se ha convertido en una especie de diario-bitácora-plataforma donde cuento mis experiencias y publico las tareas que tienen relación con lo digital. Y a decir verdad es bastante perturbador, yo acá contando casi intimidades para que algún programador de Blogger las lea (aunque no estoy seguro que hagan eso, pero puede ser). Qué cosas. En una ocasión publiqué que seguramente el visitante número uno de este blog era yo mismo, que entraba cuando quería revivir mis aventuras o corregirme a mí mismo la sintaxis. Tal vez eso es cierto, al menos en esta ocasión lo es.
    Pero ya me desvié del tema. El punto es que necesito escribir una crónica para la materia de Prensa Escrita (que me gusta y disfruto mucho, sin ánimos de hacer la barba), y encontré la inspiración para hacerla al leer mis viejos apuntes. Mis Apuntes de Bolsillo. Del Bolsillo virtual al que le he cogido cariño. A ver qué tal me va con mi tarea, que ya entrados en cosas, la escribiré en mi blog, como en mis orígenes, como las primeras crónicas que según yo hacía sin tener la más mínima información de cómo hacerlas y que ahora me doy cuenta parecen híbridos entre eso y artículos de opinión o reportajes. Fin.

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