Letras Entusiastas: Educación en México
En la Ciudad de México, cada
semestre inician trámites para ingresar a la UNAM alrededor de 170 mil jóvenes.
Es la universidad más importante del país, y también una de las más grandes,
sin embargo, sólo 15 mil alumnos son aceptados. Más de 155 mil jóvenes, como tú
o como yo, o como tus hijos, son rechazados de la universidad. 155 mil jóvenes,
una cifra que rebasa por mucho a la totalidad de la población del municipio de
Tamazula, y que supera quizá a la población del municipio de Zapotlán. Tomemos
en cuenta, queridos lectores, que esta cifra corresponde únicamente a los
rechazados de la UNAM, y existen en la zona metropolitana de la Ciudad de
México muchas más universidades públicas y privadas.
Puse
este ejemplo porque en las ciudades grandes es donde éste fenómeno adquiere su
mayor dimensión, y en Guadalajara pasa algo muy similar con los aspirantes a la
Universidad de Guadalajara. Pero, si pongo este problema aquí, con mi gente, en
mi región, puedo darme cuenta de que la situación no es muy diferente. En el
Centro Universitario del Sur existe una comunidad estudiantil de alrededor de
cinco mil estudiantes, donde cada semestre ingresan y egresan entre 500 y 1000
educandos. Las carreras más demandadas son Medicina y Derecho, sin embargo,
sólo 40 afortunados aspirantes logran conseguir un lugar en un salón de clases
en la carrera que desean, y cientos de jóvenes más tendrán que esperar un
semestre más para volver a intentar algo que se supone está consagrado en nuestra
Constitución: El derecho a estudiar.
Estamos
hablando de un sistema donde por un lado se motiva a la juventud a seguir
estudiando y no ser parte de la gran comunidad de “ninis” que ni estudian ni
trabajan, pero por el otro no se construyen nuevas universidades para hacer
frente a la demanda que existe en el país. Países como Brasil y Chile tienen al
50% de sus jóvenes en una universidad; pero en México no llegamos ni al 30%.
Mucho se queja el gobierno de que muchos de los jóvenes que no estudian terminan
formando parte del narco, pero en vez de crear escuelas nuevas para mantenerlos
activos y aprendiendo, está muy ocupado matando gente con su guerra contra el
narco. Así pues, queridos lectores, nos encontramos con las ironías de la vida:
por un lado se habla de que la educación en los jóvenes es el camino para poner
en marcha este país, pero en la realidad vemos que cada semestre un amigo o
familiar nuestro se quedó fuera de la universidad por que no alcanzó un
puntaje, número que tiene atados sus planes de ser en un futuro una mejor
persona que ayude a su gente y su comunidad.
Así
estamos, queridos lectores de El Travieso, y no queda de otra que desear suerte
a los jóvenes que por estas fechas están haciendo trámites para entrar a una
universidad.
Otra
cosa más: si tú eres de los afortunados que están cursando estudios
universitarios, dale gracias a la vida, y aprovecha tu oportunidad, porque el
lugar que tú estás ocupando en tu salón, fue peleado por 10 jóvenes más que se
quedaron fuera.
Comments
Post a Comment