Letras Entusiastas: Ingeniando
Una semana más que me encuentro
con ustedes, en este periódico que tiene ya más de 30 años de trayectoria, y
una semana más de vacaciones. De acuerdo a estas fechas de verano, y ahora que
se va acercando la fecha para el regreso a clases de los estudiantes de
educación básica, se me ocurrió escribir algo que fuera útil para los padres de
familia que ya rascan el monedero con las compras de los útiles escolares.
Resulta
que estas vacaciones me puse a dar cursos de verano en mi casa para algunos
niños que tenían problemas con las matemáticas (tuve que recordar el proceso
para resolver raíces cuadradas, fracciones y área de polígonos), me di cuenta
que los niños son bastante desperdiciados. Ahí la invitación a los padres: enseñar
a los hijos a escribir por ambos lados de las hojas de sus libretas, y cuidar
que no arranquen hojas, así enseñaremos a nuestros niños dos valores
importantes, que las cosas no están como para andar comprando cosas a cada
rato, y que se gastan bastantes árboles en fabricar nuestros libros como para
desperdiciar hojas. Más de alguna libreta puede tener suficientes hojas libres
para poder ser reciclada en el siguiente curso escolar. Los lápices, colores,
plumas y demás chunches en buen estado pueden también ser reutilizados,
evitando así gastar de más en artículos que ya se tienen.
Generalmente
los niños quieren una mochila nueva en cada año (yo también así quería), pero
también estos valiosos objetos pueden volverse a utilizar, basta con darles una
buena lavada, remendar las partes rotas y con esto lucirán presentables. Con
esto las mochilas podrán utilizarse incluso por varios ciclos escolares,
siempre y cuando los niños cuiden sus cosas.
Otro
punto en el que podemos ahorrar, es a la hora de forrar los libros y libretas.
Las papelerías en esos días lucen atiborradas de trabajo, y para quien además
de ahorrar, no quiera esperar ni hacer filas, lo mejor es comprar un rollo de
plástico auto adherente para forrar los libros en casa: cuestan alrededor de 80
a 100 pesos y sirven para forrar los libros de todos los hijos por 3 o 4 años.
Así,
y aprovechando los últimos días de las vacaciones, me despido de los lectores
de El Travieso, invitando a todos a escribirme a mi correo electrónico sobre
sugerencias o comentarios de esta, su columna.
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