Caso Integrador Geopolítico: Latinoamérica
Entre tantos conflictos internacionales, alianzas entre
países, miras envidiosas o interesadas al patrimonio de alguna nación, invasiones
armadas, atentados terroristas, uniones de intercambios económicos, alianzas
gubernamentales, programas de expansión financiera mediante la colocación de
franquicias en países subdesarrollados, la Geopolítica ha tenido mucho tiempo y
recursos para convertirse en una de las ciencias que más ha evolucionado desde
su creación, y que genera más conocimiento científico y teórico sobre las
relaciones entre el Estado y el territorio que pretende conquistar, ya no en un
sentido literal, sino político o económico.
Como
sabemos, el conocimiento teórico es una suma de principios, normas, hipótesis y
teorías que sirven en este caso para el quehacer político, pues se manifiesta
en las decisiones que los mandatarios toman para mover los hilos de cada país.
Entonces, el objetivo de la geopolítica es lograr una interpretación de la
política y la geografía mediante acciones que generalmente realiza el gobierno
en bien de sus intereses, y no siempre de los del pueblo.
México, al igual que los demás países Lationamericanos, ha firmado convenios y alianzas con demás naciones de la orbe para impulsar su economía o aliarse políticamente. |
Sin
embargo, estos ejemplos citados son una clara muestra de que la Geopolítica
moviliza el mundo, y también son ejemplos proféticos de los cambios que se
viven y que continuarán en todo el planeta en las próximas fechas. Pero ahora, en
nuestra propia configuración del tiempo presente, me toca hablar de lo que ha
vivido Latinoamérica en cuando a Geopolítica se refiere. Para nadie han
resultado indiferente las movilizaciones ciudadanas en México, las guerrillas en
Argentina, la fortaleza creciente en economía de Brasil o la incertidumbre
Cubana.
Latinoamérica
no ha sido impasible a las demandas actuales del mundo. A su modo, entre
Historia compartida con otros países vecinos, con un idioma español que hablan
la mayoría de sus países pero también con grandes diferencias políticas o de
ideales, las naciones latinoamericana han vivido sus propias experiencias
geopolíticas, que han desencadenado un proceso de revolución que ha afectado
indiscutiblemente a todos sus países.
En 1991
se firmó el tratado del Mercado Común del Sur, mejor conocido como MERCOSUR, y
con ello se reactivaron los acuerdos del Mercado Común Centroamericano. En 1992
se inició el libre comercio completo e inmediato entre Colombia y Venezuela,
después de décadas sin resultados positivos. En ese mismo año se firmó también
el Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México. En 1993 se
aceleró el proceso de integración centroamericano y en la cuenca caribeña se
ratificó al año siguiente la Asociación de Estados del Caribe (AEC), primer
grupo comercial en incluir a Cuba, Haití y República Dominicana como Estados
asociados. En 1994 también entró en vigencia el NAFTA, se firmó el acuerdo del
Grupo de los Tres (G-3) durante la cuarta Cumbre Iberoamericana en Cartagena de
Indias y se reunió la primera Cumbre Presidencial Hemisférica de Miami con el
objetivo de crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). En 1995
comenzaron a funcionar, aunque todavía con ciertas limitaciones, los acuerdos
comerciales en la Comunidad Andina (CAN), el G-3 y el MERCOSUR. En 2004 se
formalizó en Cusco la creación de la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN) y
en 2005 y 2006 se firmaron nuevos acuerdos de libre comercio entre varios
países centroamericanos, caribeños y andinos con Estados Unidos, y se perfila
el Pacífico Latinoamericano. La lista de convenios de toda índole no termina,
sino que continúa, aunque con algunos altibajos.
Sin embargo, Latinoamérica confronta desafíos que van
mucho más allá del libre comercio. La mayoría de esos retos, aunque comunes
para todos los latinoamericanos, son ajenos para los vecinos anglosajones de
Norteamérica. Aun en materia económica, el libre comercio es sólo una parte de
la verdadera integración económica: hay que pasar del comercio a las
inversiones, a la coordinación fiscal y monetaria, a la completa armonización
cambiaria. Hay que ahondar en la integración en las esferas no económicas. Es
necesario que Latinoamérica también avance hacia la integración educativa,
social, política y ecológica. Los verdaderos problemas a largo plazo de los
países latinoamericanos se parecen más entre sí que a aquellos problemas de
cualquier otra región del mundo. Muchos de los dilemas de México son similares
a los de Centroamérica, los de Colombia a los de Venezuela, los de Perú a los
de Bolivia, los de Argentina a los de Brasil. Los países latinoamericanos
tenemos más cosas en común que ninguna otra región del planeta, y debemos
aprovecharlo para nuestro desarrollo.
Geopolítica
XXI, uno de los blogs más respetados de Latinoamérica sobre el tema, considera
que en América Latina hay nuevos ejes geopolíticos que están desempeñando
importantes papeles dentro de la nueva configuración latina:
Podría afirmarse que la geopolítica del cono sur de
América Latina (Chile, Argentina, Uruguay, Falklands/Malvinas) se juega
entonces en tres ejes de ordenamiento: el acceso y presencia hacia el
continente antártico y los espacios oceánicos australes; el acceso y control
seguro de las fuentes energéticas y de recursos (agua, hidrocarburos,
minerales, pesca).
No obstante la persistencia de algunos escenarios de
diferendo/conflicto de carácter fronterizo, la tendencia histórica que se
manifiesta en América Latina en los recientes decenios, no es hacia los
conflictos de raigambre territorial, sino hacia la construcción de esquemas de
integración y modelos de relaciones multilaterales, en los cuales las
problemáticas que pueden señalarse como los ejes articuladores de la nueva
geopolítica sudamericana y latinoamericana, serían a lo menos los siguientes:
a) el acceso y
uso de las fuentes de recursos energéticos, en función de las necesidades
provenientes del desarrollo de cada nación;
b) el uso más o menos sustentable de los recursos
naturales en función de criterios estratégicos y prospectivos, que aseguren el
desarrollo de las generaciones futuras;
c) la relación existente entre el modelo de desarrollo
y el sistema democrático, en términos tales que el desarrollo (y el crecimiento
que conlleva) se traduzca en condiciones socio-económicas y sociopolíticas
democráticamente sustentables, disminuyendo las desigualdades sociales y
territoriales; y
d) el paso desde una economía basada en la explotación
más o menos intensiva de recursos naturales, fuentes energéticas y materias
primas no renovables (y por lo tanto tecnológicamente dependiente de economías
más desarrolladas), hacia una economía basada en el conocimiento y en los
servicios, en un contexto regional caracterizado por una tendencia profunda de
transición a la modernidad y de cambio demográfico.
Las nuevas problemáticas del desarrollo latinoamericano
serán fundamentalmente geoeconómicas, es
decir, producirán sucesivos choques y tensiones entre los espacios geográficos,
territoriales y virtuales con las estrategias y despliegues corporativos,
económicos, financieros y tecnológicos”.
No
obstante, querido lector, América Latina también ha tenido un enriquecimiento
en armamentos. En 2008, sus países gastaron 34 mil millones de dólares en
armas, según informó el Instituto de Investigación por la Paz Internacional.
Chile, Venezuela, Colombia, Brasil y México fueron los principales compradores,
y los vendedores fueron Estados Unidos, Rusia, China, Francia, entre otros
países.
Latinoamérica se encuentra entre las regiones con más cosas en común, incluyendo problemas. |
Cada
país latinoamericano tiene su propio héroe independentista, y su propia
ideología, lo que ha dificultado que estas naciones se unan para crear un grupo
importante geopolítico y de cooperación.
Brasil es el país Latinoamericano que más ha avanzado en los últimos años. |
Brasil
es el ejemplo Latinoamericano de que las cosas pueden funcionar muy bien cuando
se toman en cuenta y se utilizan adecuadamente las cosas en común más que están
en contra, y de que Latinoamérica puede utilizar sus ventajas geográficas,
históricas y culturales como arma para erigirse como fuertes puntos
geopolíticos globales.
¿Qué pasará con Latinoamérica? Usted y yo seremos
testigos, al pasar de los meses.
Fuentes de Información:
Geopolítica en América Latina, recuperado el 10 de diciembre de 2012 de las
siguientes páginas web:
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