El Vaivén: Los parvulitos del gobierno
El Vaivén
Los parvulitos del gobierno
Como un jardín de niños,
aprendiendo a sacar cuentas, reconocer los colores y las figuras y patrones
básicas, así es como se vive el ambiente en gran parte de las dependencias
gubernamentales cuando se cambia de administración. Los primeros 100 días de
gobierno, vienen a ser la escuelita de los funcionarios públicos, porque,
echando a perder se aprende, ¿qué no?
Albert Medrán, consultor de comunicación política español, y recientemente nombrado
director de comunicación de change.org, importante sitio de iniciativas
ciudadanas alrededor del mundo, sostiene que los primeros 100 días de un
gobierno son importantes porque son los que causan la primera impresión de lo
que podría ser el resto de su administración: “los primeros cien días son
importantes porque muestran si un líder está capacitado para gestionar una
transición, y para calibrar si los electores tomaron la decisión correcta al
aportar por un candidato”. Y en toda
regla, tras los primeros 100 días de gobierno, llámese presidente de la
república, diputado, gobernador o presidente municipal, la gente decide si
continuar con la velita prendida al político de su devoción, o quemar su
retrato junto con las playeras, cachuchas, y los restos de las despensas que
regaló durante su campaña.
Las
encuestas pululan alrededor del país, para cuestionar a los ciudadanos sobre la felicidad o disgusto con
que acogen a sus gobernantes en sus corazones a los primeros 100 días de
mandato. Diario 21, de Guerrero, ADN Político, semanario online nacional, La Crónica de Torreón, y más empresas periodísticas de México arrojan datos de decepción
frente a la actuación de los nuevos funcionarios públicos en sus respectivas
geografías, y otros más ofrecen respaldo de la ciudadanía a sus gobernantes.
Quizá uno de los casos más sonados, es el del gobernador de Chiapas, Manuel
Velazco, que no ha desaprovechado la oportunidad de posar frente a las cámaras
de las revistas del corazón para presumir su gran amor por Anahí, la cantante y
actriz exintegrante de RBD. “¿Y a qué horas gobierna?”, cuestiona Sin Embargo en su sitio web.
Pacto Por México Foto: esmas.com |
100
días después del 30 de septiembre, los ciudadanos de todo el país viven
situaciones diferentes con las gestiones de sus nuevos gobernantes. Peña Nieto,
por su parte, inició su gestión con participaciones en cumbres internacionales,
nombramiento de funcionarios, y puesta en marcha de programas como la Cruzada
Nacional Contra el Hambre, o el polémico Pacto por México entre los políticos
de diferentes bandos para una lucha común por el país.
Mientras
tanto, los ayuntamientos al interior del país que también cambiaron de
administración, instalan nuevas normas, si son de un partido diferente,
despiden a toda la comitiva que acompañó al gobierno anterior, o en su defecto,
nombran nuevos funcionarios para reemplazar a quienes no estuvieron afiliados a
algún sindicato de trabajadores de los ayuntamientos, de esos que abundan hoy
en día tanto para bien o desgracia de los ciudadanos: el lado bueno, es que si
son buenos empleados, asegurarán un servicio eficaz en los ayuntamientos o
dependencias gubernamentales; el malo, que cría parásitos del erario público,
personas que buscan jubilarse del mero trabajo en las presidencias.
Así está la
situación en México a los primeros 100 días de gobierno de políticos y
funcionarios, 100 días que han servido tanto para lucir la magnificencia y poder
(o deslumbramiento) de algunos gobernantes, como para practicar y aprender a
costa de los ciudadanos en las dependencias y ayuntamientos, con funcionarios
primerizos que no se capacitaron previamente a administrar su cargo, y que tras
mil tropiezos, errores, e ineficiencias sacan canas verdes al pobre incauto
ciudadano que llega hasta su oficina a solicitar algún trámite o servicio.
¿Y usted, ya
se arrepintió de votar por su político favorito, o sigue con devoción sus
logros administrativos?
José Luis Adriano
Sánchez
adrianodreamer@gmail.com
Comments
Post a Comment