La historia del Día del Amor y la Amistad
Aquí estamos, con el tiempo tan
implacable como siempre, a más de la mitad del segundo mes del año. Esta semana
se celebra, como todos sabemos, el Día del Amor y la Amistad, pero que además
de ser utilizado para expresar sentimientos entre parejas y amistades, es el
pretexto de los comerciantes para vender más, con los anzuelos de “tu pareja lo
merece”, o “demuestra tu amor comprándole un…”. En fin, una fecha que alimenta
el de por sí estimulado consumismo. Sin embargo, ¿sabes por qué el 14 de febrero se festeja el día del Día del Amor y la Amistad?
Resulta
que el día de San Valentín, como también es conocido, tiene una historia
bastante curiosa. Se remonta la historia de la celebración a la Roma Antigua
del siglo III, cuando se celebraba cada 14 de febrero el santoral de Valentín,
personaje que, a ciencia cierta, no se sabe realmente si existió o no. Hubo
durante esos tiempos tres hombres que murieron mártires: un médico romano que
se hizo sacerdote y que casaba a los soldados a pesar de estar prohibido; un
obispo de la ciudad de Terni, en Italia; y un mártir que murió en África
durante la conquista romana. La Historia dice que San Valentín pudo haber sido
alguno de esos tres hombres, aunque tampoco se sabe bien si en realidad
existieron. El papa Gelasio I (por el siglo V) reunió las leyendas sobre San
Valentín e instauró su celebración el 14 de febrero de cada año, aunque ni él
sabía quien era, pues en el decreto papal explicó que San Valentín era uno de
aquellos "cuyos nombres son venerados por los hombres, pero cuyos actos
sólo Dios los conoce", admitiendo así la absoluta carencia de datos creíbles sobre este santo. La
fiesta dejó de celebrarse en 1969 sin embargo, la tradición siguió, y se mezcló
con las historias populares, creando innumerables mitos relacionando a este
personaje con el amor. Mucho tiempo después, la celebración recobró
popularidad, y desde el siglo XX fue expandiéndose alrededor de los países del
mundo, luego de que una mujer comenzara a vender las primeras tarjetas postales
con corazones, conocidas como “Valentines”.
Interesante
historia que de hecho desconocía, pero que no deja de ser parte de la cultura y
el folclor del ser humano. Sea como sea, con santo o no que celebrar, el 14 de
febrero, además de los millones de pesos en ventas para muchos negocios, nos da
el pretexto para expresar el cariño y afecto que sentimos por amigos,
familiares y parejas. Es igual que en el día de las madres, que siempre se dice
que “no debería haber un día especial para festejar a las que nos dieron la
vida”, pero que aun así lo hay. Sin embargo, a veces parece que es que necesario
que festividades como éstas existan para recordarnos los buenos amigos que
tenemos y los grandes sentimientos que profesamos hacia la pareja. Aprovechemos
el momento para repartir abrazos y olvidarnos de nuestros problemas por un
rato, porque además de todo, los abrazos son gratis e inagotables, por lo que
no es necesario gastar nuestro dinero para demostrar nuestro cariño.
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